La humanidad ha vivido siempre acompañada por millones
de microorganismos (bacterias, levaduras y algunos tipos de hongos) que se
encuentran en el aire, el agua, el suelo, lo que tocamos, comemos y
respiramos. La mayoría de ellos son
inofensivos pero otros causan transtonos, a veces muy fuertes.
Algunos de estos microorganismos son capaces de
sobrevivir sin oxígeno. ¿Cómo lo logran?
En las células de organismos más complejos, la glucosa se metaboliza en
el citoplasma celular sin la intervención del oxígeno.
Estos organismos microscópicos usan esta estrategia porque habitan
lugares en los que el oxígeno es muy escaso, como las profundidades de algunos pantanos y el océano; de esta manera obtienen las
pequeñísimas cantidades de energía que necesitan.
Y la historia no termina allí. Se puede decir que estos microorganismos son
raros en la naturaleza, pero existen otros que viven en ambientes aún más
difíciles.
Hace algunos años los científicos descubrieron
que en el fondo del mar, a más de dos mil metros de profundidad, existen
colonias de bacterias llamadas Beggiatoa,
que no sólo viven sin oxígeno, sino a temperaturas tan altas (hasta 350°C) como
para achicharrar a cualquier ser viviente, y bajo la presión de más de dos mil
metros de agua . Esto sucede en
ciertos lugares donde existen formaciones parecidas a chimeneas por las que
sale del interior de la tierra agua hirviendo mezclada con sustancias
tóxicas. A partir de exploraciones desde
naves espaciales, se tomaron muestras de las colonias de bacterias para
estudiarlas y con sorpresa encontraron que, además, dichas bacterias no
utilizan oxígeno para quemar azúcares, como el resto de los seres vivos, sino
otras sustancias, conocidas como hidrógeno sulfurado y gas cargónico (que
serían mortales para cualquier otro ser), que sale de dichas chimeneas.
Las condiciones ambientales en las que viven estas
bacterias son similares a las que, según los científicos, existían hace cerca
de cuatro mil millones de años (agua sin oxígeno disuelto, a altísimas
temperaturas y mezclada con sustancias tóxicas producto de las constantes
erupciones), cuando se calcula que surgió la vida en la Tierra.
Con esto se piensa
que los primeros seres vivos fueron precisamente organismos como estas
bacterias y que se originaron en lugares como los mencionados.
La respiración sólo
es una de las muchas funciones que el cuerpo tiene que realizar para que un ser
viva. A la naturaleza le ha tomado mucho
tiempo armonizar y perfeccionar el funcionamiento de los organismos. Las plantas son proveedoras del oxígeno que
se toma en cada respiro y el Sol es la fuente de energía de las personas.
Alumna: Laura Gaheta
Alemán
Licenciatura en
Educación Primaria – Sexto Semestre
Referentes Bibliográficos:
Ugalde, Felipe. (2003). La Respiración. México: ADN Editores/SEP
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