Desde que nacemos, todos
poseen disposiciones naturales para aprender. Para muchos, ese proceso se
vuelve más difícil conforme va pasando la edad por la falta de práctica. Para
otros el aprendizaje continúa sin disminuir durante toda la vida. Se creía en el
pasado que la edad limitaba el aprendizaje, hoy se ha demostrado
científicamente que el cerebro funciona como cualquier otro músculo, el cual si
se fortalece, funcionará adecuadamente
El proceso de
aprendizaje se da cuando al crecer, se aprende a caminar y a hablar imitando a
las personas que lo hacen. Día a día, se realizan actos específicos, como por
ejemplo, el intentar dar los primeros pasos, se comprueban resultados con las
continuas caídas y según el resultado, se modifican o cambian los actos, utilizando nuevas estrategias, como el
apoyarse en sillas o en los seres humanos que le rodean.
En pocas palabras, este proceso es
aprender mediante la imitación de modelos.
A medida que las
personas crecen, reinterpretan este proceso natural de aprendizaje como una
serie de “éxitos” o “fracasos”. Con la colaboración de los padres y compañeros,
se buscan los “éxitos” y se teme a los
“fracasos”. Parece que debido a este miedo de “hacer mal las cosas”, más que
por cualquier otro motivo, se aprende a inhibir procesos naturales de
aprendizaje.
Mark Twain dijo una vez
que
"si la gente aprendiera a caminar y
hablar de la misma forma que se le enseña a leer y a escribir, todos seríamos
cojos y tartamudos".
Alumna: Nayeli Castro
Licenciatura Psicología Educativa- Quinto
Semestre
Referencias bibliográficas:
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