RUBOR
Al sentir alguna emoción más o
menos intensa, como furia o estrés, el rostro se pone rojo, debido a que la
sangre circula más rápido, para llevar oxígeno y nutrientes a las células. Este
efecto tarda en desaparecer unos cuantos minutos.
BOSTEZO
Mucho se dice que si se bosteza es
porque falta oxígeno, otros dicen que es un modulador de la ansiedad, que se
hace para estirar músculos del rostro, para aumentar la temperatura del
cerebro, o bien, para aumentar el estado de alerta. Lo que sí es seguro es que
es un acto reflejo contagioso.
ESCALOFRÍOS
Con el fin de mantener estable la
temperatura corporal, se produce una serie de temblores, desde leves hasta
intensos, que además tienen otro efecto: ponerse la piel de gallina. Sin
embargo, una emoción fuerte también puede provocar esto último.
CONTAGIO
EMOCIONAL
Los seres humanos poseen un grupo
de neuronas llamadas “neuronas espejo”, las cuales son capaces de rastrear el
flujo emocional de las personas que se encuentran alrededor y con las que se
está en contacto. Por esto sucede el llamado contagio emocional, en el que una
persona adopta la postura y sentimientos de otra.
Los reflejos protegen a los seres humanos de los
peligros del entorno, pero a veces causan algunos inconvenientes extraños
convirtiéndose en situaciones problemáticas.
Alumna:
Laura Gaheta Alemán
Licenciatura
en Educación Primaria - Séptimo Semestre
Referentes
Bibliográficos:
Sosa,
A. (2012). Reacciones simpáticas
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