Paso 1: Los libros ilustrados (desde el nacimiento hasta los cuatro o cinco años). Después de los tres o cuatro años, el niño comienza a interesarse en la trama de los cuentos, y hay que contárselos y leérselos. Sus primeros libros deben tener ilustraciones muy llamativas, frases cortas, vocabulario sencillo. Los padres y maestros han de estar dispuestos a leerlos una y otra y otra vez, pues los niños no se cansan de escucharlos. A veces los memorizan en parte, y aun por completo.
Paso 2: Los cuentos fantásticos (de los cuatro a los ocho o nueve años). El niño se interesa sobre todo por lo maravilloso. Al mismo tiempo se aficiona por el ritmo y la rima, por los versos, por los juegos de palabras y las expresiones de lo absurdo. Surge una amplia gama de intereses de lectura, desde el gusto por los usos del lenguaje mismo, hasta la política, la historia, el teatro, la poesía y el futuro de la humanidad. Las ilustraciones pierden importancia frente al texto; lo complementan y conntribuyen a su interés, pero no son ya el elemento primordial.
Paso 3: Las historias realistas (de los ocho a los once o doce años). El niño comienza a orientarse en el medio circundante y se interesa cada vez más en las aventuras, historias de animales, lugares, costumbres, etc. El vocabulario debe ser sencillo y de frases cortas.
Paso 4: Las narraciones heróicas (de los once o doce a los catorce o quince años). El niño adquiere conciencia de su personalidad y se identifica con los personajes, comienza a leer por su cuenta.
Paso 5: Del crecimiento hacia la madurez. De los trece o catorce a los dieciséis o diecisiete años. El niño comienza a descubrir su realidad interior, a tomar conciencia de su persona, a planear el futuro y a establecer una escala de valores. Las ilustraciones pierden importancia frente al texto.
Artículo tomado de:
Garrido, Felipe (1998), Cómo leer mejor en voz alta, México, SEP (Cuadernos. Biblioteca para la Actualización del Maestro).
LICENCIATURA EN EDUCACIÓN PRIMARIA
No hay comentarios:
Publicar un comentario