“YO NO FUI”… ¿Cuántas veces hemos escuchado esta frase?
Un niño miente cuando quiere llamar la atención, se quieren sentir valorados y tomados en cuenta por sus padres o personas cercanos a ellos, y al no conseguirlo inventan historias, o cosas para lograrlo.
Los cuidadores deben de estar presentes en estas situaciones, ya que si se toma a la ligera, el niño al crecer si no se ha corregido tal situación podría afectarle en diversos aspectos.
Los padres también influyen; si son de comportamiento rígido en la que solo aceptan una conducta modelo y no permiten la espontaneidad y la libertad, el niño opta por mentir para aparentar lo que los papas desean que sea; o bien, existen los tutores autoritarios, donde las opiniones de los hijos no son tomadas en cuenta, como consecuencia de esto; el niño se cohíbe y haya la solución de empezar a mentir por el miedo a ser castigado.
Padres, maestros, no caigamos en el autoritarismo, démosle la confianza y el ejemplo de no mentir, para que desarrollen su vida creciendo siempre con la verdad.
Bibliografía
http://www.centrodepsicologia.org/_articulo265_enesp.htm
LIC. EDUCACIÓN
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