Una regla universal para
todo ser humano, es el tener que pasar por un proceso de desarrollo, tanto
físico como mental, el cual se da por etapas diferentes de acuerdo a cada
persona, no siempre serán iguales para todo ser humano, habrán similitudes pero
también diferencias; la psicología no es una ciencia exacta; las edades que se
plantea en cada teoría del desarrollo son sólo una aproximación, cada proceso o
cambio puede ocurrir antes o después de la edad expuesta.
En el desarrollo de la
materia de Psicología Humanista, tuvimos la oportunidad de hacer un recuento de
los teóricos anteriores a este enfoque, los cuales sostuvieron diferentes
hipótesis sobre el desarrollo humano así tenemos que:
En la teoría Psicosocial de Erickson se habla que cada etapa de desarrollo se da en diferentes
edades en cada persona, hay habilidades y
conflictos que tenemos que resolver en
cada una de ellas para tener un desarrollo pleno, se dice que el desarrollo se
dará por medio de la interacción con los demás.
Vigotsky en su teoría
sociocultural, define al desarrollo como un proceso social, por medio de el cual se adquiere el lenguaje
y el aprendizaje, así mismo los procesos
mentales se dan en un contexto social.
Freud, el padre del
psicoanálisis nos dice que hay tres sistemas que intervienen en la personalidad
con los que estamos en constante lucha, los cuales se refiere al yo, ello y súper yo, cada uno de estos influye en la
persona de una manera inconsciente, se habla sobre el complejo de Edipo y
Electra que sucede alrededor de los tres años de edad, cuando se dice que los
hijos se enamoran de sus padres, con un cariño de pareja, algunas de las
hipótesis dicen que se da porque aún no tenemos prejuicios ni maldad que nos
diga lo que está mal.
El conductismo, por otro lado, considera que está
presente en la vida y que el aprendizaje se da mediante estímulos y respuestas, si
hay una recompensa, esto es, se recibe algo a cambio de una acción promoverá que las conductas que se buscan se den con
mayor frecuencia.
La psicología humanista
fue una respuesta contra el psicoanálisis considerado por algunos pésimista o determinista y contra el conductismo considerado reduccionsita y deshumanizador. Fue denominada la tercera fuerza, ve al hombre como un ser
capaz de desarrollarse integramente,
rescata los aspectos subjetivos del hombre como son sus motivaciones, valores y potencialidades .
Alumna: April Deyanira
Pérez Santillana
Materia: Psicología
Humanista
Docente: Lucía López
Villarreal
Licenciatura de
Psicología Educativa- Tercer Semestre
Referencias
bibliográficas:
López, L. Apuntes de clase: Psicología humanista (2011): CESLAS
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