La educación actual busca que los
alumnos piensen de manera crítica, con creatividad acerca del futuro, lo que
exige la ayuda del docente para aprender y autorregular lo que aprenden. Por lo
tanto, es importante reflexionar sobre qué se necesita para que la educación
sea crítica, creativa y consiente de los procedimientos.
La escuela como organismo que
desarrolla individuos, presenta dificultades en especial relacionadas con los
conocimientos que los alumnos adquieren, los cuales en ocasiones son escasos.
Sin embargo, el problema medular está en que aquellos conocimientos son reflexionados
de manera deficiente y poco creativa. Así,
como la Secretaria de Educación Pública (SEP) cita a Lipman, “hemos de reexaminar
más concienzudamente lo que estamos haciendo. Dicha reflexión sobre la práctica
es la base para poder inventar prácticas mejores que nos inviten posteriormente
a una mayor reflexión” (2012, p. 20).
Lo anterior exige del maestro el
desarrollo del propio pensamiento crítico y creativo, de manera que le sea
posible actuar con congruencia en cuanto a lo que se espera que los alumnos
integren en su aprendizaje. Este pensamiento crítico permite que los alumnos
adquieran un “criterio autónomo e independiente frente a los contextos
históricos, considerando las injusticias, prejuicios, estereotipos y formas de
dominación” (SEP, 2012, p. 21) lo que significa que el estudiante ha de tener
libertad de conciencia, pensamiento y acción autónoma, tal como lo menciona la
SEP.
Como parte de las características
esenciales del pensamiento crítico, se encuentran:
“cuestionarse, escuchar otros puntos
de vista, la construcción del conocimiento…independencia, el auto conocimiento,
la auto evaluación, la convivencia en la diversidad, la autonomía moral e
intelectual” (SEP, 2012, p.21). Las cuales serán desarrolladas por el maestro
comprometido con su trabajo, interesado por actualizarse constantemente en
cuanto a sus referentes teóricos y estrategias didácticas.
Todo esto es prioritario en la
educación, ya que una de las críticas fuertes hacia el sistema de educación, es
la enseñanza de contenidos incomprensibles o con utilidad mínima para los
alumnos, lo cual es posible solucionar con la formación de la “autocrítica de
las acciones y compromisos de todos los actores involucrados en los procesos
educativos” (SEP, 2012, p. 12).
Elaborado
por:
Alumna: Daniela Cazares
Santos -Sexto Semestre
Licenciatura en Educación
Primaria
Referentes Bibliográficos:
SEP. (2012) .Curso básico de formación
continua para maestros en servicio 2012: Transformación de la práctica docente.
México: SEP.
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